Para mantener un shaker de mano en buen estado y garantizar su durabilidad, es importante seguir algunos pasos de limpieza y mantenimiento. A continuación, te mostraré cómo limpiar y mantener un shaker de mano correctamente:
Los shakers de mano tienen una larga historia que se remonta a principios del siglo XIX. Antes de su invención, los bartenders mezclaban las bebidas en jarras o vasos, lo que resultaba en una mezcla poco homogénea. Fue entonces cuando se introdujo el concepto de utilizar un vaso especializado para mezclar los ingredientes de forma más efectiva. Inicialmente, estos vasos eran de metal y tenían una tapa ajustada, que se utilizaba para sellar el vaso durante la agitación.
Con el tiempo, los shakers de mano evolucionaron y se introdujo un filtro incorporado en el vaso. Este filtro, también conocido como colador, permitía filtrar los ingredientes sólidos o el hielo al servir la bebida, evitando que se vertieran en el vaso final. Además, se agregaron marcas de medición al vaso para facilitar la elaboración de cócteles con las proporciones correctas.
Los shakers de mano modernos se componen de tres partes principales: el vaso o recipiente, la tapa y el colador. El vaso es donde se agregan los ingredientes de la bebida, y suele tener una capacidad de alrededor de 500 ml. La tapa es hermética y se ajusta al vaso para evitar derrames durante la agitación. Por último, el colador se encuentra en la parte superior del vaso y ayuda a filtrar los ingredientes sólidos o el hielo al verter la bebida.
Enjuague inmediato:
Después de usar el shaker, enjuágalo con agua caliente para eliminar cualquier residuo de bebida o ingredientes. Esto evitará que los sabores se mezclen y se adhieran al shaker. Trata de hacerlo tan pronto como termines de utilizarlo, para evitar que los restos se sequen y se peguen.
Limpieza con agua y jabón:
Lava el shaker con agua caliente y jabón suave. Utiliza una esponja o cepillo suave para frotar suavemente todas las partes del shaker, prestando especial atención a la tapa y al colador si lo tiene. Asegúrate de limpiar también los bordes y las juntas para eliminar cualquier residuo.
Enjuague a fondo:
Una vez que hayas lavado el shaker con jabón, asegúrate de enjuagarlo meticulosamente con agua caliente para eliminar cualquier residuo de jabón. Esto es especialmente importante si el shaker está fabricado con acero inoxidable, ya que los residuos de jabón pueden dejar manchas o afectar su apariencia.
Secado adecuado:
Después de enjuagar el shaker, sécalo completamente con un paño limpio y seco. Asegúrate de eliminar cualquier humedad antes de guardar el shaker, ya que la humedad puede favorecer el crecimiento de bacterias o la formación de manchas.
Mantenimiento periódico:
Además de la limpieza regular, es recomendable realizar un mantenimiento periódico para mantener el shaker en buen estado. Si el shaker tiene manchas o marcas difíciles de eliminar, puedes utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua para frotar suavemente el área afectada. Luego, enjuaga y seca como de costumbre.
Almacenamiento adecuado:
Para evitar daños o deformaciones, es recomendable almacenar el shaker en un lugar seco y bien ventilado. Evita apilar objetos pesados sobre el shaker, ya que esto puede afectar su forma y funcionalidad. Si el shaker tiene una tapa hermética, guárdalo por separado para evitar que se selle y resulte difícil de abrir.
Recuerda que estos pasos pueden variar ligeramente dependiendo del material del shaker. Siempre es recomendable seguir las instrucciones específicas de limpieza y mantenimiento proporcionadas por el fabricante.
Siguiendo estos sencillos pasos de limpieza y mantenimiento, podrás mantener tu shaker de mano en buen estado y disfrutar de bebidas deliciosas y bien preparadas durante mucho tiempo.
