Como en casa en ningún sitio: Claves para elegir una butaca cómoda y con mucho estilo
Es una de las piezas más personales de la casa porque se adquiere para uso y disfrute de quien la elige. Aquí tienes las claves para que elijas la que más se adecua al estilo y personalidad de tu casa
Cuando nos enfrentamos a la decoración del salón, solemos plantearnos muy concienzudamente qué hacer en las paredes: colores y combinación de los mismos, papeles, pinturas decorativas, etc. Qué sofá comprar o qué mueble adquirir para alojar la televisión, los libros y los detalles decorativos: marcos con fotografías, velas, jarrones. Y, desde luego, la iluminación también nos preocupa porque se lleva buena parte del presupuesto y el tiempo.
Pero desde esta sección de decoración queremos reivindicar una pieza a la que generalmente se le da menos importancia. Se elige generalmente a última hora y, a menudo, sólo si nos sobra algo de espacio: la butaca. Sin embargo, creemos que es una pieza realmente importante en la estructura del salón.
La butaca es uno y para uno. No es como el sofá, generoso y colectivo. La butaca o la butaca remarca a la persona como individuo. Con sus brazos y, a veces, sus orejas, es envolvente y acogedor.
Así contado podría parecer que su elección es sencilla: simplemente le tiene que gustar a quien lo va a usar: “Lo más importante es que la elección sea personal. Sentados en esa butaca leeremos, dormitaremos, pensaremos, nos relajaremos, oiremos música o, simplemente, lo disfrutaremos”.
En efecto, en parte es así. Si me hablan de cómo tiene que ser la butaca ideal, me vienen a la mente dos ideas: la primera, cómodo. La segunda, con mucho estilo. Si pienso en la comodidad, ideo una mullida butaca orejero de suave.
A pesar de la comodidad y el estilo, la butaca sigue perteneciendo a la sección ‘plan B’. No está entre los imprescindibles. Con frecuencia, no se adquieren porque parece que ocupan mucho espacio y sólo son aptas para grandes casas y salones. Pero la realidad es que, a veces, es más adecuado colocar dos pequeñas butacas que un amplio sofá de dos plazas. Por suerte, en el mercado hay montones de posibilidades y sólo hay que buscar la adecuada para el lugar, pequeño o grande, con el que contemos.
Cuatro claves para acertar con su elección
- En cualquier caso, es importante que la pieza no sea desproporcionada con respecto al resto de los muebles y al espacio de que disponga. Ya sabes que, en decoración, el eclecticismo está de moda, pero hasta cierto punto. Si tienes un salón claramente clásico, una butaca de estilo industrial o de diseño rabiosamente contemporáneo va a resultar fuera de lugar.
- Respecto al tapizado elegido, te recomendamos que te decidas por un color vibrante si el resto de la decoración es neutra. Conseguirás aportar un toque divertido y alegre y tu pieza favorita cobrará gran protagonismo. Pero si ya hay bastante color en la estancia, es mejor que elijas algo más convencional: un beis, un ocre o un —tendencia desde hace ya tiempo— un gris oscuro que coordina casi con cualquier color.
- Si no tienes claro dónde ubicarla, sin duda es perfecta como pieza principal de un rincón de lectura. En ese caso has de tener en cuenta que “la butaca va a convivir con piezas amigas como una lámpara de lectura y una mesita auxiliar”. Pero también puede complementar una zona de estar. En efecto, puede ser el lugar perfecto desde el que charlar o ver la tele.
- Otra idea: “La butaca colocada en un rincón del dormitorio es todo un clásico”. Por ejemplo, si cuentas con uno amplio y decides colocar ahí y no en el salón el rincón de lectura. Pero también para emplearla a modo de descalzadora. O para separar ambientes si eres de las afortunadas que cuenta con suficiente espacio para disfrutar de una zona de vestidor.